miércoles, 2 de octubre de 2013

Ragnarok: el Apocalipsis vikingo

Para los vikingos el universo es cíclico: ha nacido llevando dentro de sí el germen de su destrucción, que supondrá, en realidad, el fin de un ciclo cósmico y el inicio de uno nuevo. Este Apocalipsis particular tendrá lugar de la siguiente manera:

Odín y Frigga concibieron al dios luminoso, Balder, para que este restableciera el equilibrio en el universo, pero Balder tiene un sueño premonitorio y recurrente: su propia muerte. Por esta razón, su madre pide al resto de los dioses que recorran los nueve mundos y hagan jurar a cada elemento que encuentren que jamás lo dañarán: lo hacen con todo excepto con el muérdago que el taimado Loki ha escondido.

Cuando regresan al Asgard, organizan unos juegos para celebrar el éxito de su misión. Durante ellos, Hodur, el hermano ciego de Balder, lo dispara con una flecha que Loki le entrega, y que ha sido construida con muérdago, lo que le provoca la muerte. El dios mensajero acude entonces a Hela para pedirle que Balder pueda regresar del inframundo, a lo que ella accede si se cumple una condición: que todos derramen una lágrima por él. De nuevo, todos lo hacen excepto Loki, y Balder debe permanecer en el Helheim.

Esto provoca la ira de los dioses y la huida de Loki, que se esconde en una gruta oculta tras una catarata. Pero finalmente es descubierto, atrapado y encadenado en la misma caverna donde permanece también prisionero su hijo, Fenrir. Allí, además, le deforman el rostro, derramando sobre él el veneno de una enorme serpiente.

Mientras tanto, el invierno y las guerras se ciernen sobre los mundos, los gigantes se agrupan armados en el Jotunheim, se producen terremotos, inundaciones y hambrunas que enfrentan a los humanos entre sí… Loki y su hijo son liberados por mediación de la giganta Angerboda, madre de Fenrir, y la serpiente de Midgard se remueve en los océanos provocando grandes olas que conducen a Loki y Fenris a las puertas del Asgard.

Se forman entonces dos ejércitos: por un lado, los dioses, acompañados por las valkirias y los héroes del Valhalla; las huestes de Loki y los gigantes por el otro. En la cruenta batalla Odín es devorado por Fenrir, Thor cae en su lucha con la serpiente de Midgard, Tyr lo hace frente al perro de Hela y Heimdal frente a Loki, muriendo todos los combatientes de ambos bandos. Finalmente, el gigante de fuego Surt, el ser vivo más antiguo del universo, agita su espada sobre el campo de batalla provocando una gran llamarada cuya humareda alcanzará a los nuevos mundos, sembrándolos de oscuridad y reduciéndolos a cenizas.


El mundo ha sido destruido, pero llegará un día, en un tiempo indeterminado, en el que la hija del Sol, que sobrevivió a la gran matanza, tomará las riendas del carro solar y la vida comenzará a resurgir. Se crearán entonces otros mundos similares a los desaparecidos: un nuevo Midgard, un nuevo Asgard (llamado Idavellir), una nueva morada para las almas de los muertos… y una pareja humana que saldrá del interior del Ygdrassil para originar la nueva raza de humanos que repoblará la tierra… Un nuevo mundo que, sin embargo, vuelve a tener en su interior el germen de la destrucción…

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