Para los vikingos el universo es cíclico:
ha nacido llevando dentro de sí el germen de su destrucción, que supondrá, en
realidad, el fin de un ciclo cósmico y el inicio de uno nuevo. Este
Apocalipsis particular tendrá lugar de la siguiente manera:
Odín
y Frigga concibieron al dios luminoso, Balder, para que este restableciera el
equilibrio en el universo, pero Balder tiene un sueño premonitorio y
recurrente: su propia muerte. Por esta razón, su madre pide al resto de los
dioses que recorran los nueve mundos y hagan jurar a cada elemento que
encuentren que jamás lo dañarán: lo hacen con todo excepto con el muérdago que
el taimado Loki ha escondido.
Cuando
regresan al Asgard, organizan unos juegos para celebrar el éxito de su misión.
Durante ellos, Hodur, el hermano ciego de Balder, lo dispara con una flecha que
Loki le entrega, y que ha sido construida con muérdago, lo que le provoca la
muerte. El dios mensajero acude entonces a Hela para pedirle que Balder pueda
regresar del inframundo, a lo que ella accede si se cumple una condición: que
todos derramen una lágrima por él. De nuevo, todos lo hacen excepto Loki, y
Balder debe permanecer en el Helheim.
Esto
provoca la ira de los dioses y la huida de Loki, que se esconde en una gruta
oculta tras una catarata. Pero finalmente es descubierto, atrapado y encadenado
en la misma caverna donde permanece también prisionero su hijo, Fenrir. Allí,
además, le deforman el rostro, derramando sobre él el veneno de una enorme
serpiente.
Mientras
tanto, el invierno y las guerras se ciernen sobre los mundos, los gigantes se
agrupan armados en el Jotunheim, se producen terremotos, inundaciones y
hambrunas que enfrentan a los humanos entre sí… Loki y su hijo son liberados
por mediación de la giganta Angerboda, madre de Fenrir, y la serpiente de Midgard
se remueve en los océanos provocando grandes olas que conducen a Loki y Fenris
a las puertas del Asgard.
Se
forman entonces dos ejércitos: por un lado, los dioses, acompañados por las
valkirias y los héroes del Valhalla; las huestes de Loki y los gigantes por el
otro. En la cruenta batalla Odín es devorado por Fenrir, Thor cae en su lucha
con la serpiente de Midgard, Tyr lo hace frente al perro de Hela y Heimdal
frente a Loki, muriendo todos los combatientes de ambos bandos. Finalmente, el gigante de fuego Surt, el
ser vivo más antiguo del universo, agita su espada sobre el campo de batalla
provocando una gran llamarada cuya humareda alcanzará a los nuevos mundos,
sembrándolos de oscuridad y reduciéndolos a cenizas.
El
mundo ha sido destruido, pero llegará un día, en un tiempo indeterminado, en el
que la hija del Sol, que sobrevivió a la gran matanza, tomará las riendas del
carro solar y la vida comenzará a resurgir. Se crearán entonces otros mundos
similares a los desaparecidos: un nuevo Midgard, un nuevo Asgard (llamado Idavellir),
una nueva morada para las almas de los muertos… y una pareja humana que saldrá
del interior del Ygdrassil para originar la nueva raza de humanos que repoblará
la tierra… Un nuevo mundo que, sin embargo, vuelve a tener en su interior el
germen de la destrucción…
Si quieres saber más, escucha:
Visita el blog de Manuel Velasco:
TERRITORIO VIKINGO
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