Dirigible Steampunk, de Rafa Maya |
¿Qué
es el Steampunk?
El Steampunk es un término acuñado en 1987 por el escritor
K.W. Jeter, uno de los “padres” del Steampunk moderno. Resulta difícil definir
qué es en realidad, aunque el diseñador inglés John Coulthart proporcionó una
ecuación que nos permite un primer acercamiento al tema:
Steampunk
= científico loco x escenario victoriano (en sentido amplio)
Políticas progresistas o
reaccionarias x trama de aventuras
Es decir, una conjunción de elementos que abarca la
tecnología, la aventura y la política dentro de un marco decimónico, en su
sentido más amplio, pues abarcaría desde 1837 (cuando comienza el reinado de la
Reina Victoria) hasta 1910 (época eduardina).
De esta manera, cuando hablamos de Steampunk estamos
haciendo referencia, en realidad, a una mezcla entre la ciencia y la fantasía
que engloba varias vertientes distintas, pero complementarias: la literatura,
el cine, la moda, la creación (o recreación, dentro de la que se incluyen el
arte y la ciencia) y la música.
LITERATURA STEAMPUNK
a)
Los
precursores
El primer eslabón de esta cadena son los cuentos filosóficos: un género satírico propio del siglo SXVIII, en el que se
mezclan el viaje imaginario (que se desarrolla a través del tiempo (al futuro,
al pasado) y/o del espacio, desde los planetas exteriores al interior de la
Tierra) y el sueño con la crítica social y política. Es el tipo de relato que
nos presenta Voltaire en su Cándido, Diderot en algunas de sus obras o
Jonathan Swift en Los viajes de
Gulliver.
El siguiente eslabón lo forma Edgar Allan Poe, verdadero vínculo de unión entre los cuentos filosóficos
y la fábula científica: Poe aporta dos elementos fundamentales: la estructura
narrativa y la verosimilitud, entendida esta como una manera de llevar lo
fantástico a lo cotidiano, de tal manera que podemos verlo de un modo
“natural”, plausible y posible en nuestro día a día.
Así llegamos a los que podemos considerar los PRECURSORES
de la literatura Steampunk: los autores de “fábulas científicas” del siglo XIX
Julio Verne y H.G. Wells.
Del primero tomaremos sobre todo la idea del científico
loco, de la tecnología, del poder de la imaginación y de los viajes
fantásticos. De su extensa producción, podríamos destacar, por ejemplo: La
casa de vapor, en la que cuatro ingleses atraviesan la India a lomos de un
gigantesco elefante mecánico; Cinco semanas en globo, De la Tierra a
la Luna, Viaje al centro de la Tierra y 20.000 leguas de viaje submarino.
Del segundo, nos quedamos, además, con su compromiso
sociopolítico y esa idea del progreso mal entendido o mal utilizado que se
desprende de obras como La guerra de los mundos, La máquina del tiempo o El
hombre invisible.
Un último eslabón de esta cadena de “precursores” del
Steampunk lo constituyen las edisoniadas americanas, o “novelas de diez
centavos”, que popularizaron las novelas
de aventuras, fundamentalmente el Western, dando cabida al viaje imaginario
como escapismo y al científico loco: cuentan la historia de un joven inventor
que construye un artilugio de vapor con el que huye de su entorno para
dirigirse al Oeste.
b)
La
literatura steampunk actual
- Orígenes
El Steampunk literario (o lo que también podríamos llamar
“protosteampunk”) surge en la década de los 70 de la mano del escritor
británico Michael Moorcok, quien publica entre 1971y 1981 la trilogía Un
nómada de las corrientes del tiempo. Moorcok es considerado el padrino
moderno del Steampunk literario, y en estas obras presenta la tecnología como
un elemento utilizado por los gobiernos para la represión.
A finales de los 80
viajamos hasta California para encontrarnos con los considerados “padres” del
steampunk moderno: en el bar O’Hara de Orange se reúnen habitualmente tres
jóvenes autores: Tim Powers, James Blaylock y K.W. Meter, que inician el
género con obras como Las puertas de Anubis, La máquina de Lord Kelvin y
Dispositivos infernales y Morlock Night.
Pero el momento álgido, el éxito, viene de la mano de dos
escritores norteamericanos, padres del cyberpunk, que publican en 1990
la que podemos considerar la obra de referencia del Steampunk literario: ellos
son William Gibson y Bruce Sterling, y su novela La máquina
diferencial. En ellase plantea la posibilidad de haber avanzado
hacia la actual era de la informática por medio de máquinas sumadoras como la
de Charles Babbage (con ruedas dentadas y tarjetas perforadas), en lugar de la
válvula de vacío y del transistor; Lord Byron lidera un Partido Radical
Industrial, se eliminan aquellos que se oponen a la tecnología y el Imperio
Británico se convierte en una superpotencia ante el fragmentarismo de unos
Estados Unidos divididos en países.
- Decadencia y
Renacimiento
Entre
1991 y 2007 no hay una narrativa steampunk especialmente brillante, una
continuidad del éxito de La máquina diferencial. El panorama literario
durante estos años se encuadra más en el marco de la ciencia ficción, al que se
incorporan algunos elementos propiamente Steampunk. Podemos destacar, por
ejemplo, títulos tan conocidos como La trilogía steampunk, de Paul di
Filippo; La era del diamante: manual ilustrado para jovencitas, de Neal
Stephenson, y, sobre todo, La brújula dorada, de Philip Pullman.
El
género renace en la primera década del siglo XXI de la mano de tres
autoras, también norteamericanas:
- Cherie Priest: en su
novela Boneshaker combina el género steampunk con los zombies en
una versión alternativa de la historia de Seattle.
- Gail Garriger: autora
de éxito con su pentalogía El protectorado de la sombrilla: novelas
de vampiros, licántropos y sombrillas en pleno Londres Victoriano, de la
que en España se han publicado, hasta el momento, las dos primeras.
- Ekaterina Sedia: nacida
en Rusia pero afincada en Estados Unidos, cuenta la vida de una autómata
inteligente en su novela La alquimia de la piedra, donde deberá
enfrentarse a gárgolas, mecanicistas y alquimistas. La novela, según la
autora, es un instrumento para explorar “la tecnología de vapor en el
contexto de los movimientos sociales que produjo, junto con innovaciones
técnicas, conflictos étnicos y alquimia”
Como
vemos, una mezcla de elementos en estas novelas que nos conduce a lo que parece
ser la tónica general de la literatura steampunk más actual: la
variedad, la pluralidad de enfoques y de formas, que abarca desde el mundo mecánico
de la saga Mainspring, de Jay Lake, hasta el retrofuturismo de El
sueño del movimiento perpetuo de Dexter
Palmer.
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