martes, 26 de marzo de 2013

Los monstruos en la cultura occidental: de Grecia al cristianismo


La lucha contra lo monstruoso es un tema recurrente en los cuentos y leyendas tradicionales, puesto que, como hemos visto, forma parte de una de las grandes preocupaciones del ser humano: erradicar el mal. Es por eso que para encontrar sus orígenes hay que remontarse a la mitología, donde nos presentan a los monstruos como un producto de la ira de los dioses, o como hijos bastardos de las deidades, recogiéndose más tarde también en los bestiarios medievales. A la casta monstruosa se adscriben vampiros, elfos, enanos, duendes, brujas… seres errantes y malditos, condenados a pagar su delito, su diferencia.

Estos monstruos se pueden dividir en varios tipos: los híbridos, que se componen de partes de otros animales o seres humanos; aquellos que tienen su origen en metamorfosis, casi siempre provocadas por un castigo divino; y los que simplemente tienen cualidades corporales fuera de lo normal. La lucha contra ellos podemos encontrarla a lo largo de la historia, en culturas y civilizaciones diversas de todo el mundo.

El monstruo en la tradición clásica

En la antigua Grecia, los monstruos vivían en lugares apartados, en los que reina lo desconocido, exóticos, lejanos y de difícil acceso, y forman parte en la mayoría de las ocasiones de las grandes pruebas que los héroes tienen que superar. Los monstruos suponen una amenaza para las polis griegas, pues son lo diferente, lo extraño, y el héroe debe enfrentarse a ellos para restablecer el orden, el equilibrio.

Para mostrarnos esa diferencia, los monstruos griegos carecían a menudo de apariencia humana, presentándose como seres híbridos que combinaban partes de diferentes animales, o de hombre y animal (como el Minotauro). Era además muy frecuente que vinieran caracterizados por rasgos físicos como una larga cola o un cuello en forma de serpiente. 

Entre estos monstruos clásicos figuran: la hidra, la quimera, el Can Cerbero, Arpías, Sirenas, León de Nemea, el dragón de la Cólquide, la Medusa o la Esfinge, entre otros.

El monstruo en la tradición cristina. Su desarrollo en la Edad Media

La tradición cristiana no es ajena al tema que nos ocupa, y ya la misma Biblia aparece salpicada de un nutrido grupo de terribles criaturas y bestias míticas: Behemoth, las langostas de Abbadon, las bestias de Daniel, el Leviatán, etc.

Dando el salto a la Edad Media, apreciamos que para el hombre medieval los monstruos tuvieron un gran atractivo, tal y como podemos deducir por la importancia y difusión que tuvieron los bestiarios.  Suelen ser seres híbridos, mezcla de distintos animales que sí existían, pero de cuya mezcla surgen bestias imposibles que entran dentro de lo fantástico. Pero no sólo de híbridos se nutre el bestiario medieval, a la hora de construir los monstruos se seguían otros procedimientos como: eliminar algo esencial (la cabeza, los rasgos de la cara, algún miembro…), multiplicidad anómala de sus miembros, excesiva grandeza o pequeñez, mezclas con vegetales o minerales, seres andróginos, salvajismo, etc.

¿Qué significado se atribuye a estos seres?


Hay dos grandes teorías al respecto:
  • La de los iconografistas que defienden que no son más que simples motivos decorativos
  • La de quienes afirman que representan esotéricamente la vida religiosa o moral, revelando complejos psicológicos primitivos, en la línea de lo que establece Jung sobre el inconsciente colectivo.

En cualquier caso, lo que está claro es que las bestias medievales formaban parte de la labor catequizadora, destinada a instruir a través de las imágenes a una población analfabeta a la que había que inculcar los valores cristianos y el miedo al pecado, utilizando para ello la imaginería del infierno, que se representaba como la boca de un monstruo con las fauces abiertas y dentadas. Muchos críticos han visto en ello la influencia oriental, sobre todo en lo que se refiere a la escatología musulmana, y buscan las raíces de los monstruos cristianos en la antigua Mesopotamia.

No debemos olvidar tampoco que en la época se seguía también la concepción del feísmo, como parte de la teoría de la belleza artística: la estética de lo monstruoso, que a la vez seduce y repugna, tal como afirmaba el propio San Bernardo: «deformis formositas ac forma disformitas».

Siglos más tarde, los románticos recuperarán la figura del monstruo desde una nueva perspectiva. Los resucitan y reelaboran para convertirlos en patrones de rebeldía, amor y salvación (Frankenstein, La Bella y la Bestia, Cuasimodo), paralelamente al surgimiento de un nuevo patrón estético: la denominada estética de lo feo (con Baudelaire a la cabeza) y la importancia que va a cobrar el mundo interior frente al materialismo de lo externo.

Para saber más sobre el significado del monstruo para el ser humano, su desarrollo en otras culturas, y casos reales como la famosa Bestia de Gevaudan o el Chupacabras, pincha en este enlace:




martes, 5 de marzo de 2013

EL CULTO AL DIOS MITRA

Tauroctonía, fresco del Mitreo de Marino

Mitra, conocido desde el segundo milenio antes de Cristo, es un antiguo dios procedente tanto de la India como de Persia, siendo esta segunda tradición la que más influencia posterior ha tenido.

Su importancia en esta civilización persa viene de su identificación con el Sol, si bien era también representado como un toro y tenía dos facetas: una positiva y otra negativa.

a)      Aspectos positivos: es una divinidad de la fecundidad, de donde se desprende su iconografía degollando un toro cuya sangre cae en la tierra produciendo semillas.

b)      Aspectos negativos: es una divinidad vinculada a la guerra, un dios de la muerte que promete el paraíso al que muere luchando en ella.

Identificado con el Sol, se erigieron en su honor multitud de templos, conocidos como “mitraeum”, en los que había unos sacerdotes llamados “magos” que portaban el gorro frigio. En su nombre se realizaban sacrificios rituales de caballos y toros blancos.

Durante los primeros siglos antes de Cristo, el culto a Mitra se extendió por todo el Mediterráneo, y el Imperio Romano lo llevará hasta los límites del mundo conocido.

Trasladado así al mundo latino a partir de la conquista romana de Asia menor, Mitra pasa a ser un dios de rituales sangrientos y protector de la guerra, formando parte de los cultos de las legiones romanas. Es por este motivo que en su religión, conocida como “mitraísmo”, solo se admitía a hombres y, pese a que tuvo momentos de mucho culto e importancia, eso produjo su debilitamiento frente al culto de Isis, que admitía a hombres y mujeres de cualquier clase social.

En la iconografía clásica aparece con las siguientes características:

  • Se le representa como un toro, simbolizando el disco solar, o en otras ocasiones como el propio disco.
  • Porta un puñal, símbolo de la guerra, en una mano y un globo, símbolo del sol, en la otra.
  • Lleva el gorro frigio y lujosas ropas orientales, con amplias mangas que cuelgan.

Tanto Mitra como Isis entrará en competencia en algunos momentos con el nacimiento de la religión cristiana, convirtiéndose esta en la tercera religión monoteísta y mistérica; es decir, aquellas religiones que tienen una sola divinidad, la cual recoge características múltiples de otras divinidades de su contexto: Isis, Mitra y Jesucristo.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Mentes perversas de la historia: Barba Azul y Elizabeth Bathory



El barón Gilles de Rais (Barba Azul)

Gilles de Laval nació en 1404 en el seno de una de las familias más ricas y poderosas de Francia. A los 16 años se casa con su prima, Catalina de Thouars, incrementando de esta forma su ya enorme fortuna, y poco tiempo después toma las armas junto a Juana de Arco, combatiendo a favor del rey Carlos IV.

Hasta ese momento Gilles era uno de los nobles más ricos de Europa, conocido por su elegancia y su belleza. Pero la captura de su protegida, Juana de Arco, que acabó siendo quemada en la hoguera, supuso un shock para él, que llegó a abandonar a su familia encerrándose en el castillo de Tiffauges, negándose a tener relaciones sexuales con ninguna mujer e iniciando su carrera criminal, en un intento de desafiar a Dios por haber permitido la muerte de Juana.

Se dedicó a organizar en sus castillos lujosas fiestas cuyos gastos pronto comenzaron a mermar su fortuna, y para subsanarlo se aficionó a la Alquimia e instaló un laboratorio en el que trabajaba sin descanso buscando la piedra filosofal que le permitiera transformar los metales en oro. Frustrado en sus propósitos, acabó despidiendo a magos y alquimistas, que le costaban una fortuna, quedando bajo su manto solo unos pocos, que le persuadieron de que sólo con la ayuda del Diablo (a quien llegó a nombrar heredero en su testamento) podría conseguir el oro que necesitaba: este fue el móvil de su primer crimen, que pese a resultarle fallido en el intento de convocar a Satanás, le sirvió para descubrir su pasión secreta: la tortura, violación y asesinato de niños, llegando a matar, según dicen, a más de 200.

En 1438 comenzó su carrera criminal, capturando a muchachos de los alrededores de su mansión y a mendigos que se acercaban hasta allí a pedir limosna. Eran violados y descuartizados por sus servidores, conservando después sus restos y su sangre con fines mágicos. El propio barón participaba en aquellas masacres, fingiendo compasión por los chicos que estaban siendo torturados, a los que abrazaba y consolaba para ganarse su confianza, y una vez lograda les cortaba el cuello y acto seguido violaba el cadáver.

Otra de las cosas que mayor placer le provocaba era conservar las cabezas decapitadas de sus víctimas, embellecidas por un artista de su séquito, que peinaba sus cabellos y enrojecía sus labios y mejillas. Cuando tenía un número suficiente de ellas, celebraba una especie de concurso de belleza con sus amigos, y con la cabeza ganadora practicaban la necrofilia.

Las constantes desapariciones de niños comenzaron a levantar sospechas sobre él, pero el hecho de que fuera tan poderoso impidió que nadie tomara cartas en el asunto hasta 1440, cuando el duque de Bretaña ordenó abrir una investigación que conducirá a su detención en Machecoul varios meses después. Cuando registraron su propiedad, encontraron los cuerpos despedazados de 50 adolescentes, y el barón de Rais fue acusado ante la justicia por haber torturado y asesinado entre 140 y 200 muchachos.
La ejecución de Gilles de Rais (Biblioteca Nacional de Francia)

A pesar de que para conseguir una confesión se le sometió a todo tipo de torturas, solo la amenaza de excomunión fue capaz de conseguirlo, y al mes de haber sido detenido confesó el placer que le había producido decapitar a sus víctimas, golpearlas, besar voluptuosamente sus cadáveres y deleitarse con aquellos que le resultaban más hermosos o con miembros más atractivos. Según dijo, lo que más le excitaba era sentarse en sus estómagos y ver cómo agonizaban lentamente. También afirmó que no había actuado instigado por otras personas, sino que siguió el dictado de su imaginación con el único fin de procurarse placer carnal.

Pocos días después, en el amanecer del 26 de octubre de 1440, fue conducido, junto a dos de sus cómplices, a un descampado, donde fue ahorcado y quemado en la hoguera. Murió pregonando su arrepentimiento y su fe cristiana y sus restos fueron depositados en una iglesia de las carmelitas en Nantes.

La condesa Elizabeth Bathory

La condesa sangrienta, como es también conocida Elizabeth Bathory, es otro personaje histórico que presenta muchos rasgos en común con Barba Azul: ambos tenían predilección por la sangre (incluso se bañaban en ella) y el sexo, ambos pertenecían a la nobleza y ambos eran homosexuales, por lo que elegían a sus víctimas entre jóvenes su propio sexo. Sin embargo, Elizabeth es una de las pocas mujeres asesinas en serie de la historia, que llegó a matar a 650 muchachas.

Elizabeth Bathory nació en 1560 en el seno de la aristocracia húngara, en una familia conocida desde antaño por su afición a la magia negra y a la alquimia, practicantes de brujería y adoradores de Satán. Casada muy joven, con tan solo 15 años, con el conde Nadasdy, cuyas obligaciones militares lo mantenían alejado de su esposa, esta, recluída y aburrida en su castillo de los Cárpatos, comienza pronto a mantener relaciones sexuales con dos de sus doncellas, y a interesarse por temas esotéricos, hechicería y magia negra, de donde sacará la idea (a través de su vieja nodriza) de que si se bañaba con sangre de doncella podría conservar eternamente su juvenil belleza.

               
Al poco tiempo de fallecer su marido, la condesa comenzó a hacer sus macabros experimentos, siendo su primera víctima una de sus doncellas, a quien mandó que le cortasen las venas y metiesen su sangre en una bañera para bañarse en ella. A partir de ahí, obsesionada por conservar su juventud, comenzó a recorrer los Cárpatos en un carruaje, en busca de muchachas a las que sacrificar. La llevaba a los fríos sótanos de su castillo y allí eran encadenadas y acuchilladas, desangrándolas para llenar su bañera macabra. Tomaba su baño, y al salir ordenaba a sus sirvientas que le lamiesen la piel salvo que quisieran ser torturadas y asesinadas.

La condesa era también aficionada a beberse la sangre de sus víctimas, y con sus huesos  se realizaron experimentos alquímicos durante 11 años. Muchos de los cuerpos eran arrojados al campo para que las alimañas acabasen con ellos, siendo encontrados por los aldeanos, que acudieron al emperador para que tomara cartas en el asunto. Este, al principio, no los toma demasiado en serio, pues al fin y al cabo la Condesa pertenecía a una familia muy poderosa, pero finalmente envía a sus soldados, que irrumpen en el castillo en 1610, encontrando el cuerpo pálido y desangrado de una mujer en el suelo del salón, el de otra que había sido salvajemente azotada, desangrada y quemada, y el de otra que había sido torturada y desangrada pero que aún estaba viva. También encontraron una cincuentena de cadáveres en los alrededores, a gran cantidad de muchachas en los calabozos y a la Condesa y sus secuaces en medio de uno de sus sangrientos rituales.

Elizabeth Bathory fue detenida, y en el juicio confesó haber asesinado a más de 600 jóvenes, con cuya sangre se había bañado para conservar su juventud y belleza. Confesó también que le seducía el olor de la muerte, la tortura y las orgías lésbicas, y fue condenada a muerte, siendo emparedada en el dormitorio de su castillo; por una pequeña ranura le daban agua y algo de comida para mantenerla con vida, permaneciendo así durante cuatro años, cuando deja de comer y fallece. Era el año 1614, y la condesa tenía entonces 54 años.

Si te interesa el tema de los asesinos en serie reales, personajes de la historia de todos los tiempos que han dejado huella por su crueldad, no dejes de escuchar este audio:





Y de leer esta novela, verdaderamente escalofriante:

Número Puk

domingo, 27 de enero de 2013

Leyendas románticas en la ciudad de Toledo


El interés de los autores románticos de toda Europa por recuperar las tradiciones populares de sus respectivos países no fue ajeno a nuestros escritores nacionales. Así, Bécquer y Zorrilla resucitaron gran número de historias legendarias de la tradición oral, procedentes de la España medieval y renacentista, y crearon otras nuevas.

Concretamente, José Zorrilla se inspiró la leyenda toledana del Cristo de la Vega para su obra A buen juez, mejor testigo. Cuenta esta leyenda, que en la ciudad de Toledo, doña Inés de Vargas tenía amores ilícitos con el joven y apuesto Diego Martínez, y que ante la partida de él a los Tercios de Flandes le pidió promesa de matrimonio, que el joven le dio ante la imagen del Cristo de la Vega. Partió a la guerra, demorándose en volver, mientras Inés languidecía. Cuando por fin, un día, se produjo tan esperado regreso. Más, ¡ay!, Diego había olvidado todas sus promesas, y negó una vez tras otra que en algún momento hubieran tenido lugar.

Desesperada, Inés acudió al gobernador de la Corte, quien le pidió en el juicio la presencia de un testigo. De esta manera, un nutrido grupo de notables de la ciudad se encaminaron a la ermita del Cristo de la Vega. Una vez allí, el notario se adelantó y dirigiéndose a la imagen de Jesús le dijo:

-          ¿Juráis ser cierto que un día a vuestras divinas plantas juró a Inés Diego Martínez desposarla por mujer?

Entonces, todos los presentes vieron cómo la mano derecha del Cristo se desclavaba de la cruz y se posaba sobre los autos con un golpe seco. Al mismo tiempo, se oyó desde lo alto una voz profunda que decía:

-          Sí, juro.

.El penitente. Foto de David Utrilla en flicker
El honor de Inés quedó restaurado, aunque ella renunció a la satisfacción de la promesa e ingresó en un convento. También Diego se entregó a una vida de oración y penitencia, no olvidando jamás aquel milagro que habían presenciado.

Y si hablamos de leyendas tenemos que hablar, lógicamente, de Gustavo Adolfo Bécquer, autor de un conjunto de narraciones breves escritas y publicadas entre 1858 y 1864 bajo el nombre, precisamente, de Leyendas. Muchas de ellas están íntimamente relacionadas con la ciudad de Toledo:

Tres fechas: esta en realidad no es una leyenda, sino una experiencia del propio autor, que al pasar por una calle toledana puso su mirada en una ventana, cuya cortinilla se movía haciéndole creer que por obra de la mano de una misteriosa mujer. Algún tiempo después, creyó ver la misma mano saludándole desde la ventana de un palacio que estaba dibujando. Un año más tarde, en la misma plaza, entró en el convento que allí se hallaba y presenció la toma de hábito de  una novicia. Al preguntar por ella, le dijeron que era una joven huérfana que anteriormente vivía, curiosamente, en la misma calle en la que estaba la cortinilla que se movía.

Rosa de pasión: leyenda judía que nos habla sobre el vengativo y rencoroso Daniel Leví, cuya hija Sara se enamora de un cristiano. Cuando el padre se entera decide no permitirlo, y en compañía del joven hebreo que le puso en antecedentes se dirige a las ruinas de una iglesia en el monte, preparándolo todo para realizar una crucifixión. Sara, que los ha seguido hasta allí, piensa que van a crucificar a su amado, y se enfrenta a ellos, diciéndoles que se ha convertido al cristianismo y que se avergüenza de sus orígenes hebreos. El padre entonces la crucificó. Cuenta la leyenda que años después un pastor encontró en aquel lugar una rosa, y bajo ella el cadáver de una mujer martirizada, y por eso le llamaron La rosa de la pasión.

Ofenda a Toledo. Foto de to311235 en flicker
El beso: Esta leyenda tiene como protagonista a un capitán francés, alojado junto a sus hombres en una vieja y abandonada iglesia toledana. Tras pasar allí la noche, cuenta a sus amigos que había pasado la velada junto a una hermosa mujer: una estatua de mármol de una tumba. Todos  se ríen de él y el capitán los invita a que esa noche acudan a la iglesia a conocerla. Así lo hacen, bebiendo y emborrachándose. El capitán, exaltado por la bebida, se acerca a la tumba de doña Elvira, que así se llamaba la mujer de la estatua, y escupe en la cara de la estatua del marido, acercando sus labios a la estatua de la dama para besarla… pero antes de que sus labios la rozaran, el guante de mármol de su esposo le destrozó la boca, la nariz y parte de la cara, haciéndole caer, ensangrentado, sobre el pavimento de la iglesia…

El cristo de la calavera:  esta leyenda nos habla de la rivalidad de dos amigos por conseguir el amor de la misma mujer, de nombre doña Inés. Un día, a la dama se le cayó un guante y los dos jóvenes se lanzaron a por él, agarrando cada uno de un extremo sin que ninguno cediera, teniendo que intervenir el propio rey para devolvérselo a su dueña. Así las cosas, los dos caballeros se citan por la noche en la plaza del Cristo, donde, en un arco rehundido en el muro, había una imagen de Cristo clavado en la cruz y con una calavera al pie. Cada vez que los jóvenes levantaban sus espadas para entrar en combate, los farolillos se apagaban y una voz misteriosa parecía decirles que no rompieran la amistad que tantas veces habían jurado mantener. Ante esta situación, Alonso y Lope se encaminan a casa de doña Inés para que sea ella quien elija a uno de los dos… mas, al llegar allí, descubren a un hombre, el amante de doña Inés, bajando del balcón con una cuerda… Los dos amigos se marchan de allí riendo, y al día siguiente, cuando marchaban a la guerra, doña Inés los vio sonreír y se dio cuenta, avergonzada, de que su honor había quedado mancillado para siempre…

La ajorca de oro: la última de las leyendas becquerianas de las que vamos a hablar nos habla también de una mujer fatal, caprichosa y frívola, que va a provocar la perdición de su amado, Pedro. Este la encuentra un día llorando, y al preguntarle el por qué ella le cuenta que había visto que la Virgen del Sagrario, patrona de Toledo, tenía una ajorca de oro que ella deseaba con todas sus fuerzas. Pedro le dice que haría cualquier cosa por ella menos robar a su  Santa Patrona, pero ante el sufrimiento de la joven decide hacerlo. Así, una noche se dirige a la catedral, y trepa hasta la imagen en medio de las tinieblas. Tembloroso y atemorizado, cierra los ojos y arranca la valiosa joya del manto de la virgen. Cuando abre los ojos, da un grito aterrorizado y cae al suelo, y allí observa cómo todas las estatuas de la catedral, santos, monjas, ángeles y demonios, cobran vida y se dirigen hacia él… que cae desmayado. Al día siguiente, los encargados de la catedral lo encontraron al pie del altar, con la ajorca en las manos, la mirada perdida y gritando en dirección a la virgen: ¡suya, suya!.. Había enloquecido.

Para saber más sobre la ciudad de Toledo y sus leyendas, escuchad este audio:



lunes, 21 de enero de 2013

Conectores para la redacción de textos



INTRODUCIR EL TEMA
  • El tema del texto es
  • El objetivo principal de
  • Nos proponemos exponer
  • Este texto trata sobre
  • Nos dirigimos a usted para

INICIAR UN TEMA NUEVO
  • Con respecto a
  • En cuanto a
  • Acerca de
  • Por lo que se refiere a
  • El siguiente punto es
  • En lo que atañe a
  • En relación con/a
  • Otro punto/tema es

ORGANIZAR
  • Por un lado
  • En cambio
  • Por otro
  • Al principio
  • Ahora bien
  • En primer lugar
  • Otro punto es
  • Por una parte
  • Por otra
  • Para empezar
  • Después
  • Por último
  • Posteriormente
  • A continuación

AGREGAR DATOS SOBRE EL MISMO PUNTO
  • Además
  • Así pues
  • También
  • Igualmente
  • Al mismo tiempo
  • De nuevo
  • Así mismo
  • Como afirmamos antes

EXPLICAR O ACLARAR 
  • Es decir
  • O sea
  • En efecto
  • Como se ha dicho
  • En otras palabras
  • Esto es
  • Dicho de otra manera
  • Vale la pena decir
  • Lo más importante es
  • La idea central es
  • Hay que destacar
  • Hay que tener en cuenta

DAR DETALLES
  • Por ejemplo
  • En el caso de
  • Así
  • En particular
  • A saber
  • Para ilustrar esto
  • Como puede apreciarse

RESUMIR
  • En resumen
  • Brevemente
  • Globalmente
  • En síntesis
  • Recapitulando
  • En pocas palabras
  • En conjunto

EXPRESAR FINALIDAD
  • Con el fin de
  • Para que
  • Con el propósito de
  • Con el objeto de

ACABAR
  • En conclusión
  • Para finalizar
  • En definitiva
  • Finalmente en síntesis
  • Para concluir
  • Así pues
  • Por último
  • Para terminar
  • En resumen

INDICAR TIEMPO 
  • Antes
  • Anteriormente
  • Después
  • Más adelante
  • Acto seguido
  • Desde hace
  • Más tarde
  • En el mismo momento
  • Ahora mismo
  • Poco antes
  • Posteriormente
  • A continuación
  • En esa época
  • Simultáneamente
  • Al mismo tiempo

INDICAR CAUSA
  • Porque
  • A causa de
  • Con motivo de
  • Puesto que
  • Gracias que
  • Pues
  • A fuerza de
  • Debido a
  • Considerando que
  • Teniendo en cuenta
  • Visto que
  • Por razón de
  • Ya que
  • Gracias a
  • Por culpa de
  • Como
  • Dado que
  • En definitiva

INDICAR OPOSICIÓN U OBJECIÓN
  • Pero
  • No obstante
  • A pesar de
  • Mientras que
  • Aun cuando
  • En cambio
  • Aunque
  • Sin embargo
  • En contraposición a
  • A diferencia de
  • En oposición a
  • Al contrario

COMPARAR
  • Tanto… como
  • Así como
  • Al igual que
  • Igualmente
  • De modo similar
  • De igual forma
  • De idéntica manera
  • Paralelamente

EXPRESAR CONDICIÓN
  • Si
  • Siempre que
  • Pero si
  • Siempre y cuando
  • A menos que
  • A condición de

EXPRESAR CONSECUENCIA
  • Por tanto
  • De modo que
  • Así que
  • En tal sentido
  • Por lo cual
  • De ahí que
  • Por consiguiente
  • En consecuencia
  • Como resultado
  • De ello se desprende
  • Por tal motivo/razón
  • Por ello

Contextualizar un texto


Contextualizar supone justificar a qué época, movimiento literario, y/o autor podemos adscribir un determinado texto literario. Es, en definitiva, una síntesis de los rasgos de estilo que habremos comentado previamente y la aplicación al texto de las características literarias generales del movimiento que habremos estudiado de una forma teórica. Para realizar esta contextualización, nos basaremos en aspectos como:

  • Su temática, explicando si es significativa de un autor o movimiento concreto.
  • Sus características métricas: por ejemplo, el uso de la cuaderna vía nos permitiría adscribir un texto al Mester de Clerecía, dentro de la literatura medieval.
  • Su lenguaje: si es más o menos recargado, si contiene elementos simbólicos, si utiliza términos característicos de un determinado autor, etc.
  • Las figuras literarias utilizadas, si es que son propias de un autor o escuela literaria concreta.

Veamos cómo desarrollar estos aspectos con los siguientes ejemplos:

1. Contextualización del poema Saeta que voladora… de Gustavo Adolfo Bécquer

La identificación del yo lírico con una naturaleza tempestuosa y la atmósfera melancólica que se crea a través del léxico, la forma métrica empleada (romance estrófico), y los recursos literarios enumerados (figuras de repetición, metáforas e hipérbaton) permiten encuadrar el poema en el Romanticismo, movimiento literario de la primera mitad del siglo XIX. Por su temática (la angustia existencial), la utilización simbólica de elementos marinos,  su ritmo, suave y melódico, sus leves asonancias , su intimismo y la concentración temática que se produce al final del poema, podemos afirmar, además, que el texto pertenece a las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer.

2. Contextualización del cuento El rey burgués, de Rubén Darío 

Nos encontramos ante un texto típicamente modernista, tanto por lo que se refiere a su contenido como por lo relativo a su forma, en el que puede apreciarse también la herencia romántica recogida a través de tres elementos:

En primer lugar¸ por la proyección en una naturaleza salvaje e infinita, alejada del mundo urbano, donde el poeta es capaz de captar la verdadera belleza y trasladarla a su creación. En segundo lugar, por la oposición entre el burgués (apegado a lo material y carente de gusto estético) y el artista (que se mueve sólo por la belleza y el sentimiento y se convierte en un auténtico dios creador capaz de generar una verdadera revolución estética). En tercer lugar, por la fusión de contrarios presente en todo el texto, en el que se conjugan el cielo y el océano, la carne y el alma, el ángel y el semidiós, lo sagrado (Mesías) con lo profano (Apolo), y en el que se tiende hacia ese infinito cosmos donde se encuentra el verdadero arte convertido en luz, convertido en astro.

El mencionado lenguaje sensorial, la musicalidad que lo recorre de principio a fin, las referencias culturales, la evasión hacia un pasado mítico en el que tiene cabida la mitología grecolatina, el lujo del léxico empleado y la idea de la revolución estética que vendrá de manos de los poetas y que constituye el tema central del texto nos permiten encuadrarlo dentro de las corrientes artísticas de finales del siglo XIX, concretamente, como ya apuntábamos anteriormente, dentro del movimiento Modernista, si bien esa preocupación por la poesía y por la búsqueda de su esencia estética es característica, además, del Parnasianismo y el Simbolismo franceses, de los que aquel toma muchas de sus características.

Cómo redactar




Para realizar cualquier redacción o pregunta extensa en un examen debes tener en cuenta los siguientes aspectos:

- Externos.                                                                                                    .

1.      Cuando hagas una redacción debes usar una hoja en blanco. (folio, no hoja de cuadros) y marcar los márgenes. Aproximadamente debes dejar estos que te indicamos a continuación:
      - Márgenes superior e inferior: 3 cms
      - Margen izquierdo: 3'5 cms
      - Margen derecho: 2'5 cms
2.      La letra ha de ser legible, usa un bolígrafo azul o negro e indica las sangrías, es decir, diferencia cada uno de los párrafos.
3.   Ten en cuenta que se te quitarán puntos por faltas de ortografía (aquí se incluyen las faltas ortográficas, tildes, abreviaturas, mayúsculas y textos de SMS), así que presta atención a este aspecto.

   - Internos. Contenido.

El esquema que puedes seguir a la hora de elaborar una redacción será el siguiente:

  • TÍTULO (que debe ir  subrayado)

  •  INTRODUCCIÓN
En esta parte debes presentar el tema, definiendo la palabra o contextualizando la idea: qué es, cuando se produce, 'porqué... usa para ello palabras introductorias como: tal como, respecto a, en relación con, como se ha visto, empezando por,..

  •  DESARROLLO
     Las ideas se estructuran en párrafos, unidos mediante conectores: entonces, sin     embargo, en primer lugar, en conclusión... (ver cuadro en esta página: Conectores textuales)

     En esta parte:

    • Usa vocabulario propio del tema y de la asignatura
    • Recoge las ideas claves
    • Ordénalas jerárquica o cronológicamente.
    • Define correctamente aquellos términos que sean necesarios.
    • Cita, relaciona y haz comentarios de los personajes, 
    • Explica los acontecimientos más relevantes.
    • Usa los signos de puntuación.

  • CONCLUSIÓN
 Da tu opinión personal si procede y recoge las ideas presentadas con anterioridad.