Contextualizar supone justificar a
qué época, movimiento literario, y/o autor podemos adscribir un determinado
texto literario. Es, en definitiva, una síntesis de los rasgos de estilo que
habremos comentado previamente y la aplicación al texto de las características
literarias generales del movimiento que habremos estudiado de una forma
teórica. Para realizar esta contextualización, nos basaremos en aspectos como:
- Su temática, explicando si es significativa de
un autor o movimiento concreto.
- Sus características métricas: por ejemplo, el
uso de la cuaderna vía nos permitiría adscribir un texto al Mester de
Clerecía, dentro de la literatura medieval.
- Su lenguaje: si es más o menos recargado, si
contiene elementos simbólicos, si utiliza términos característicos de un
determinado autor, etc.
- Las figuras literarias utilizadas, si es que
son propias de un autor o escuela literaria concreta.
Veamos cómo desarrollar estos
aspectos con los siguientes ejemplos:
1. Contextualización del poema Saeta que voladora… de Gustavo Adolfo Bécquer
La
identificación del yo lírico con una naturaleza tempestuosa y la atmósfera
melancólica que se crea a través del léxico, la forma métrica empleada (romance
estrófico), y los recursos literarios enumerados (figuras de repetición, metáforas
e hipérbaton) permiten encuadrar el poema en el Romanticismo, movimiento
literario de la primera mitad del siglo XIX. Por su temática (la angustia
existencial), la utilización simbólica de elementos marinos, su ritmo, suave y melódico, sus leves asonancias
, su intimismo y la concentración temática que se produce al final del poema,
podemos afirmar, además, que el texto pertenece a las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer.
2. Contextualización del cuento El rey burgués, de Rubén Darío
Nos
encontramos ante un texto típicamente modernista, tanto por lo que se refiere a
su contenido como por lo relativo a su forma, en el que puede apreciarse
también la herencia romántica recogida a través de tres elementos:
En
primer lugar¸ por la proyección en una naturaleza salvaje e infinita, alejada
del mundo urbano, donde el poeta es capaz de captar la verdadera belleza y
trasladarla a su creación. En segundo lugar, por la oposición entre el burgués
(apegado a lo material y carente de gusto estético) y el artista (que se mueve
sólo por la belleza y el sentimiento y se convierte en un auténtico dios
creador capaz de generar una verdadera revolución estética). En tercer lugar,
por la fusión de contrarios presente en todo el texto, en el que se conjugan el
cielo y el océano, la carne y el alma, el ángel y el semidiós, lo sagrado
(Mesías) con lo profano (Apolo), y en el que se tiende hacia ese infinito
cosmos donde se encuentra el verdadero arte convertido en luz, convertido en
astro.
El
mencionado lenguaje sensorial, la musicalidad que lo recorre de principio a
fin, las referencias culturales, la evasión hacia un pasado mítico en el que
tiene cabida la mitología grecolatina, el lujo del léxico empleado y la idea de
la revolución estética que vendrá de manos de los poetas y que constituye el
tema central del texto nos permiten encuadrarlo dentro de las corrientes
artísticas de finales del siglo XIX, concretamente, como ya apuntábamos
anteriormente, dentro del movimiento Modernista, si bien esa preocupación por
la poesía y por la búsqueda de su esencia estética es característica, además,
del Parnasianismo y el Simbolismo franceses, de los que aquel toma muchas de
sus características.
Muchas gracias por la entrada, me ha ayudado mucho a contextualizar correctamente el poema "Mal ensomni" de Teodoro Llorente.
ResponderEliminarMuchas gracias a mi profesaroa no le entendi ni pio y a ti si pero de nuevo muchas gracias con esto entendi mucho
ResponderEliminarMe podrian decir cual contextualización del cuento de EL QUE ESPERA/RAY BRADBURY
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