viernes, 30 de noviembre de 2012

El dios Pan



ORÍGENES Y NACIMIENTO

El dios Pan y su flauta, la siringa
Este mito tiene su origen en la antigua región griega de Arcadia (“la región de los osos”), una zona boscosa y húmeda habitada por un pueblo de pastores en cuyos ritos de fertilidad se adoraba al macho cabrío. Con el tiempo, esta figura se asimiló a la del dios Pan.

Cuenta la leyenda que este dios es hijo de Hermes y una hija de Driops (descendiente de Licaón). Cuando nació, su madre se asustó al ver al ser monstruoso al que había dado a luz, pero Hermes lo envolvió en una piel de liebre y lo llevó al Olimpo, donde lo mostró a los demás dioses. Todos se regocijaron al ver al hijo de Hermes, y por ésto fue llamado Pan, que significa "todos"Otra de las tradiciones cuenta que Penélope, durante la ausencia de su esposo Odiseo, tuvo varios amantes, quedando encinta de uno de ellos. De esta manera, nació Pan, nombre que significa hijo de todos.

Fruto de sus amores con una ninfa o con Gea (según las tradiciones) tuvo un hijo: Sileno, el preceptor y padre adoptivo de Dionisos (“el más viejo, sabio y borracho de sus seguidores”).

ASPECTO FÍSICO,  FUNCIONES Y SÍMBOLOS.

El dios Pan era mitad hombre, mitad animal. Tiene una cara barbuda y llena de arrugas,  la nariz achatada, el cuerpo velludo, dos pequeños cuernos en la frente y extremidades inferiores de macho cabrío, con pezuñas en lugar de pies. Es ágil y está bien dotado para la carrera; trepa por las rocas y se oculta entre la maleza con habilidad.

Pan es el dios de los pastores y de los rebaños, de los montes y de los bosques. No reside en el Olimpo, sino en los bosques de Arcadia, donde lleva una vida tranquila: Hasta la llegada del mediodía cuida de sus rebaños, sus colmenas y sus animales. Después, se echa a dormir bajo la sombra de los árboles o junto al frescor de las fuentes, siendo muy irascible si alguien le molestaba durante su siesta (por ello, los arcadios creían que cuando una persona dormía la siesta no debía ser molestado bajo ningún concepto, pues interrumpirían el sueño de Pan).

También espía y persigue a las ninfas, por lo que encarna el apetito sexual y la lujuria. Es un dios lascivo, que persigue  a ninfas  para saciar su deseo y que cuando no encontraba ninguna se daba placer a sí mismo; por esa fuerza vital se le considera con frecuencia una divinidad de la fertilidad de los campos y, sobre todo, del ganado.

Los símbolos del dios Pan son una siringa, un cayado de pastor y una corona o ramo de pino. Todos ellos relacionados con los distintos episodios mitológicos en los que el dios se vio envuelto.

EPISODIOS MITOLÓGICOS MÁS SIGNIFICATIVOS

  • Relacionado con la náyade Siringe:
A pesar de su aspecto físico, el dios Pan era un gran seductor: Eco, Eufema (la nodriza de las musas), todas las Ménades (asistentes del cortejo de Dionisos) y Selene sucumbieron a sus encantos. Pero sufrió también fracasos amorosos, como los de las ninfas Pitis (que huyendo de su acoso se transformó en pino) y Siringe:

Huyendo del dios, Siringe llega hasta la corriente del arenoso Ladón y ruega a sus transparentes hermanas que la transformen. Cuando Pan llega hasta allí y piensa que se ha apoderado de ella, agarra las cañas del pantano en lugar del cuerpo de la ninfa. El dios suspira, y el aire, al atravesar las cañas, produce un dulce sonido semejante a una queja: “esta será mi forma de hablar contigo”- dijo el dios. Y desde entonces el instrumento tomó el nombre de la ninfa.

  • Relacionado con el rey Midas y el dios Apolo:
En otra ocasión, el dios Pan se jacta de que sus cantos tienen más categoría que los del mismísimo Apolo, y reta al dios a un certamen musical (la siringa contra la lira) en la que el anciano Tmolo, monte de Lidia, actúa como juez. Este da la victoria a Apolo; todos están de acuerdo con el veredicto excepto Midas, que vota por Pan y que será castigado por Apolo, el cual transforma sus orejas en las de un asno.

EVOLUCIÓN  DEL MITO

En Roma fue identificado con los dioses Fauno (protector de los rebaños) y Silvano (de los bosques).  En su honor se celebraban las fiestas lupercales, en el mes de febrero.
Existe una leyenda de tiempos de Tiberio en los que se afirma que una noche se escuchó una misteriosa voz desde el mar anunció al marinero Tamo: "Cuando llegues a Palodes encárgate de anunciar que el dios Pan ha muerto!". Se ha interpretado como el símbolo del nacimiento del cristianismo y el fin del paganismo en el Imperio Romano, por lo que podemos pensar que Pan era el dios pagano por excelencia, y que su muerte representaba la muerte de las creencias pre-cristianas.
Los ritos de fertilidad originales fueron asumidos a partir del siglo V por las Bacantes, que duraron hasta bien entrada la Edad Media. Desde entonces, y hasta nuestros días, la imagen tradicional del dios Pan se asocia en el cristianismo con la imagen del diablo (en forma de macho cabrío) y los aquelarres, relacionándolo con la lascivia, la lujuria y el vicio.

De esta manera, cabe asociar a este dios pagano con el demonio Asmodeo, que en la tradición bíblica está asociado a la leyenda de Tobías y en la judía es amante de Lilith. En otras leyendas, lo encontramos también como padre del mago Merlín.

Desde el Renacimiento, según Juan López de Hoyos, el dios Pan pasa a significar la alegría y el regocijo universal; pero será en el Siglo XIX cuando poetas y escritores, primero los románticos y después los modernistas, reivindiquen la necesidad de recuperar lo que Pan significa realmente, el retorno a la Arcadia como paraíso perdido. Conjugando cristianismo y paganismo, nos unimos a Rubén Darío para entornar esta plegaria que nos demuestra que la muerte de Pan no puede ser sino una falacia:
 Pan nuestro que estás en la tierra,
porque el universo se asombre,
glorificado sea tu nombre
por todo lo que en él se encierra.
Vuelva a nos tu reino de fiesta
en que tú aparezcas y cantes
con los tropeles de bacantes
mancillando la floresta.
Hunde siempre violento y vivo
y por tus ímpetus agrestes,
en el cielo cuernos celestes
y en la tierra patas de chivo.
Danos ritmo, medida y pauta
al amor de tu melodía,
y que haya al amor de tu flauta
amor nuestro de cada día.
Deudas que el alma amando trunca
están en tu disposición,
y no le concedas perdón
a aquel que no haya amado nunca.

CURIOSIDADES

EL PÁNICO

Esta palabra la crearon los griegos como adjetivo que acompañaba a términos que significan miedo, espanto, terror (deima / déima); pero no sólo eso, sino también alboroto (qoruboV / zórybos) y agitación o revuelta (taracoV / tárajos).

Los griegos atribuían al dios Pan los ruidos y rumores de que están pobladas las zonas boscosas de montes y valles, que en especial cuando crecían en intensidad producían toda una escala de miedos que llegaban al terror. A esta especie de miedo provocado por los alaridos del dios Pan, le llamaron miedo Pánico, para acabar denominándolo simplemente pánico.

LAS FIESTAS LUPERCALES

Se trata de una fiesta (probablemente una de las mas antiguas de Roma) que tenía lugar el 15 de febrero. 


En ella dos muchachos, tras haber realizado un sacrificio de un carnero y tras haberles bañado la frente con un paño de lana mojado en leche y haberles señalado la frente con el cuchillo manchado de sangre que se había utilizado en el sacrificio, comenzaban a reír jocosamente y corrían desnudos llevando la piel del carnero sacrificado adosada y unas tiras de piel del mismo animal en las manos, con las que azotaban las palmas de las manos y las espaldas que voluntariamente las mujeres ofrecían.


Los azotes normalmente se han visto como un medio para asegurar la fecundidad de la mujer gracias al contacto físico con lo sagrado (recibe la fuerza viva y fecundante del animal a través de los azotes que sufre por medio de látigos que están elaborados con la piel del carnero); también se ha interpretado como un acto de purificación mágica, que tiene como consecuencia la expulsión de todo mal (sobre todo el de la esterilidad) que pueda dañar una fecundidad feliz. 





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